La novela cumbre de la escritora Laura Restrepo cobra vida en la pantalla con Delirio, una ambiciosa miniserie de ocho capítulos producida por TIS Productions.
Bajo la dirección de Julio Jorquera Arriagada y con libretos de Verónica Triana y Andrés Burgos e inspirada en una historia cargada de amor, locura y secretos familiares, a Netflix llega Delirio, una serie rodada en Bogotá gracias a los estímulos y los espacios que brinda la ciudad para este tipo de producciones.
El reparto de Delirio está conformado por figuras reconocidas como Estefanía Piñeres, Juan Pablo Raba, Juan Pablo Urrego, Paola Turbay, Salvador del Solar, Cristina Campuzano y César Mora.
Producida por TIS Productions, Delirio cuenta la historia de Fernando Aguilar, un profesor universitario que regresa a Bogotá en los años ochenta y encuentra a su joven esposa, Agustina Londoño, sumida en un estado de delirio inexplicable. La búsqueda desesperada por entender lo sucedido lo enfrentará con secretos del pasado, amores ocultos y tensiones familiares que marcarán profundamente su presente.
Con 392 personas en su equipo técnico y artístico, Delirio es también un testimonio del potencial de Bogotá como escenario de grandes producciones. Las locaciones, cuidadosamente seleccionadas, fueron clave para recrear con fidelidad la atmósfera ochentera que propone la novela. Desde las emblemáticas Torres del Parque, hasta calles del centro histórico y zonas residenciales, cada espacio fue elegido por su autenticidad y valor narrativo. Como lo indica la productora TIS Productions, “el principal criterio fue que cada espacio correspondiera a la época y a la atmósfera que plantea la novela de Laura Restrepo, buscando transmitir tanto la elegancia como el caos urbano de esos años”.
El rodaje se llevó a cabo en localidades como Chapinero, La Candelaria, Santa Fe, Barrios Unidos, Puente Aranda, Rafael Uribe Uribe, Los Mártires y Teusaquillo, así como en sectores como Bosque Izquierdo, Chapinero Central y Polo Club, entre otros. La producción requirió 27 Permisos Unificados para Filmaciones Audiovisuales - PUFA, se extendió por 40 días de filmación y contó con el apoyo del CINA.
El paso de Delirio por Bogotá dejó huella. Desde lo cultural, posicionó a la ciudad como un personaje más dentro de la trama, rescatando su identidad arquitectónica y emocional de los años ochenta. A nivel económico y laboral, generó empleo para técnicos, artistas, proveedores y servicios locales, dinamizando el ecosistema audiovisual capitalino. Y en lo urbano, la producción interactuó de forma activa con comunidades, autoridades y espacios reales, fortaleciendo la conexión entre ficción y territorio. La productora manifiesta que “Bogotá se convirtió en un eje central del proyecto, fortaleciendo su proyección como escenario internacional para grandes producciones”.
El rodaje incluyó desafíos poco comunes: Los insectos que aparecen en pantalla son reales, y las actrices como Estefanía Piñeres tuvieron que enfrentarse a la experiencia de dejarlos caminar sobre su piel durante la filmación. Paola Turbay sorprendió a todos por su naturalidad: no tuvo ningún miedo en manipular los insectos cuando la escena lo requería.
Por otro lado, en una escena clave con Midas, el caballo logró una conexión inesperada con el actor, aportando una carga emocional espontánea que sorprendió a todo el equipo. Además, varias escenas se rodaron en una finca ubicada en Soacha, que ofreció el contraste perfecto con la Bogotá urbana de la historia.